El Papa Francisco hace un urgente llamado a la protección de civiles, hospitales y lugares de culto, así como a la liberación de rehenes.
YOSPER, CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco emitió un nuevo llamado en contra del conflicto en la Franja de Gaza, enfatizando la importancia de proteger a los civiles, los centros médicos y los lugares de culto, así como instando a la liberación de rehenes y la garantía de asistencia humanitaria, en consonancia con los Derechos Humanos que fueron declarados hace 75 años.
Después de la oración del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice renovó sus plegarias por quienes padecen los estragos de la guerra y recordó a Ucrania, Israel y Palestina. En el contexto de la próxima celebración de la Navidad, el Papa expresó el deseo de que, con la ayuda divina, se puedan dar pasos concretos hacia la paz.
Reconociendo la complejidad de los conflictos arraigados en profundas y largas historias, el Papa instó a seguir el ejemplo de hombres y mujeres que han trabajado con sabiduría y paciencia en pro de una convivencia pacífica. Subrayó la necesidad de abordar y eliminar las causas de los conflictos.
El Papa Francisco enfatizó la importancia de proteger a los civiles, los hospitales y los lugares de culto, así como la liberación de rehenes y la garantía de asistencia humanitaria en el marco de los Derechos Humanos.
Al conmemorarse los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Papa destacó que, aunque se han logrado avances significativos, aún existen desafíos pendientes, e incluso retrocesos en algunos casos.
El Papa expresó su compromiso continuo con los derechos humanos y manifestó su solidaridad con aquellos que, en su vida cotidiana, trabajan incansablemente para defender los derechos de quienes son marginados.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas en París adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un documento que busca salvaguardar una serie de derechos fundamentales para todos los seres humanos, entre ellos la vida, la libertad y la seguridad, mencionados en su artículo 3 como los primeros derechos a proteger.