Texas.- El confinamiento provocado por la pandemia mundial del Covid-19 ha llevado a más de uno al colapso, y sigue dejando vivencias amargas en las familias.
En esta ocasión el encierro llevó a un niño de doce años a terminar con su vida ahorcándose en su residencia en Texas. “La COVID mató a mi hijo. Yo pienso que Hayden todavía estuviera vivo hoy si la COVID nunca hubiera existido”, dijo Brand Hunstable el padre del menor.
“Yo no tenía idea de que él estaba batallando o que estaba deprimido, él era un niño tan alegre y amaba a sus amigos y a su familia”, expresó Hunstable al ser entrevistado por el medio británico Metro.
El cuerpo del niño fue encontrado colgando en su habitación por Kinlle, su hermana de nueve años, quien inmediatamente avisó a su padre.
El adolescente se quitó la vida tres días antes de cumplir sus trece años.
Aquel 17 de abril, después de arreglar una filtración de agua en la residencia, este padre nunca se imaginó que sería la última vez que vería a su hijo con vida.
“Era un día soleado hermoso y yo le di un abrazo y un beso en la cabeza”. “Luego, cuando mi padre se fue, solo estábamos Kinlee, Hayden y yo. En un periodo de solo 30 minutos, Hayden subió las escaleras”, relató sobre las circunstancias en las que ocurrió el suicidio.
“Luego mi hija corrió escaleras abajo y dijo que Hayden se había ahorcado. Corrí hacia allá, lo agarré hacia abajo y lo traté de salvar”, continuó Brad. “Le hice RCP (reanimación cardiopulmonar) pero no lo pude salvar. Él se había ido. Yo vi algo horroroso ese día y no se lo deseo a nadie. Todavía tengo pesadillas sobre eso”, expresó el padre.
Para Brand Hunstable la Covid-19 es la “tormenta perfecta” para el suicidio y la depresión.
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